Un análisis para entender el creciente cierre de estaciones de servicio en Argentina

fotopre9395¿Sólo afectan los bajos márgenes de ganancia? En el sector estudian los factores que están agravando el proceso, diferenciando entre las bocas rurales y de las grandes urbes. El crecimiento del parque automotor, la aparición de los distribuidores diésel y los inconvenientes para remodelar las instalaciones.

En nuestro país cierran aproximadamente 10 puestos de venta de combustibles por mes. Esta situación comenzó a darse en la década pasada, por el congelamiento de precios en surtidor y avance de los proveedores sobre los márgenes y mercados minoristas, en un contexto de alta inflación. Todavía no se detuvo.

Más allá de los motivos financieros generales,Alejandro Martorell, vicepresidente primero de la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA) pone el acento en las dificultades que atraviesan los comercios del interior, radicados en pueblos.

“Antes trabajaban con la gente de la zona y los productores agropecuarios; ahora le quedan nada más que los autos y despachan la mitad de gasoil”, explica.

En definitiva, no logran acumular capital para renovar la fachada y estética, lo que empeora las condiciones de competencia frente a los nuevos y modernos puestos que instalan algunos operadores y las propias petroleras. “No pueden renovar las instalaciones porque no le dan los números; le quitaron el mercado”, sostiene ante la consulta de surtidores.com.ar.

Los establecimientos de ciudad, en cambio, Martorell reconoce que el expendedor está en condiciones de vender el terreno para realizar un negocio inmobiliario, que le permite una devolución de la inversión. Se hace evidente en la Avenida Libertador, en Capital Federal, donde grandes edificios ocuparon el lugar de históricas estaciones.

“En las rutas, en cambio, no se puede aprovechar la tierra porque es más caro sacar toda la infraestructura que el valor de la hectárea; Y ni hablar si está contaminado”, apunta.

El surgimiento de nuevas generaciones que pasan a administrar las estaciones es otro asunto que se agrega. “Cuando aparecen los hijos, sobrinos y mucha gente de la familia el negocio no alcanza para repartir como antes”, menciona. En ocasiones, esto lleva a situaciones de conflicto entre los socios.

(Fuente: SURTIDORES)