¿Favorece, perjudica o no impacta sobre la rentabilidad de las estaciones de servicio la deducción del 5 por ciento que se aplicará en el surtidor a partir del primero de enero? Es el tema que están evaluando todos los dirigentes de la actividad.
Ángel Luis Bigatti, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Formosa, considera que “es una muy buena noticia” que haya caído la cotización del barril de crudo en los mercados internacionales por debajo de los 60 dólares. ¿A qué se debe? Su análisis es macro, piensa en las cuentas de la economía y resalta: “se reduce la cantidad de dólares que tenemos que gastar en importaciones. Es un alivio para la balanza de pagos”.
En lo que respecta puntualmente a las bocas de expendio, el empresario entiende que la decisión del Ministro de Economía, Axel Kicillof, de abaratar las naftas y gasoil al público un 5 por ciento a partir de 2015 no tendrá un gran impacto sobre la bonificación.
En su opinión estos vaivenes de la coyuntura no deberían ser el eje de la discusión. “Lo que nosotros necesitamos es seguridad en los contratos de abastecimiento; que no exista una competencia despiadada por parte de los proveedores con estaciones propias”, pone como ejemplo.
Ahora bien, ¿Se podrán reactivar los despachos con esta medida que tomó el Gobierno? El también ex docente de economía explica que “es un producto de demanda inelástica”, lo que significa que un movimiento de los precios no tiene gran incidencia sobre el comportamiento del consumo.
Sin embargo, hace una evaluación más amplia, y también encuentra motivos para celebrar: “Puede ser que haya un mayor nivel de actividad por el abaratamiento del precio del gasoil”. Menciona el caso del agro, donde el combustible es un insumo central en el proceso de producción. “Podría expandirse la frontera agropecuaria y en consecuencia reflejarse un aumento de las ventas”, plantea Bigatti en contacto con surtidores.com.ar.
Para evitar que los operadores sufran una pérdida de los ingresos, el empresario de Formosa señala que el Estado podría reducir la carga tributaria, para garantizar que los automovilistas tengan acceso a naftas más económicas, compensándolo con las divisas que se va a ahorrar por las compras de diesel y gas natural de otros países. “La mitad del precio de los combustibles son impuestos”, sostiene. Es en este aspecto donde propone poner el acento.