Los expendedores de Capital y Gran Buenos Aires cada vez tienen que vender más volumen para empatarle al fin de mes por el incesante aumento de costos. Advierten que la situación económica del rubro se asemeja a las estaciones que despachan naftas y gasoil
El 8 de agosto del año pasado, Axel Kicillof, presidente de la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas, aplicó un aumento del 300 por ciento sobre el costo del gas en boca de pozo con el objetivo de transferir 1200 millones de pesos desde el segmento minorista a las principales operadoras de gas: YPF, Petrobras, Pan American Energy, Total Austral, Pluspetrol y Tecpetrol.
Desde ese momento, la situación financiera de los estacioneros de Capital Federal y Gran Buenos Aires, donde los precios al público son hasta un 40 por ciento más bajos que en el interior del país, cambió rotundamente, al punto que para terminar el mes sin perder ni ganar dinero ahora tienen que despachar alrededor de 100.000 metros cúbicos mensuales. Así indicó Luis Navas, vocero de la Asociación de Estaciones de Servicio (AES).
“Se está dando la misma situación que ocurrió con las estaciones de servicio que expenden combustibles líquidos”, comparó. Hace hincapié en los problemas de rentabilidad que provocó el incremento del gas, sobre todo porque la Resolución de la Secretaría de Energía Nº 1445/2012 congeló los precios al público a los valores del 8 de agosto de 2012.
Si bien se advierte que hubo movimientos en las pizarras durante este último tiempo, recién se está empezando a retomar la relación de costos que había previo al aumento.
Por otra parte, también a mediados del año pasado, la Comisión exigió a los expendedores que informen sobre los estados contables de las estaciones además de solicitar copiosa información desde el año 2007 en adelante, a los fines de evaluar un importe general como tope en el mercado.
El Gobierno nunca respondió sobre el tema e incluso permitió que el GNC suba de manera lenta y progresiva en los puestos de venta. De todas maneras Navas aclara que “la normativa establece que todos los años se debe actualizar la documentación”. Esto significa que están obligados a presentar la información correspondiente a parte de 2012 y parte de 2013, antes del 30de Septiembre del presente año.
Más allá de esta coyuntura que atraviesa la actividad, el dirigente considera que “el GNC sigue siendo un combustible competitivo en cuanto al precio”, por lo que se espera que despierte cada vez más interés por parte de los consumidores. “Nunca hubo una diferencia tan grande frente a la nafta súper”, destacó.
“Lo principal es que la industria dejó atrás el período de amesetamiento y en los últimos años retomó un sendero de crecimiento importante”, concluyó. Para 2013 las cámaras empresarias proyectan vender 140.000 sistemas de inyección, el grueso de ellos sobre vehículos modernos, incluso recién salidos de fábrica.
