El combustible de 87 octanos es distribuido por Shell a estaciones de servicio que todavía la ofrecen entre sus clientes. Desde el año pasado, Refinor también la cuenta entre su oferta de productos mientras que del mismo modo otras empresas analizan retomar el suministro.
El aumento de los precios de las naftas obligó a los automovilistas a exprimir su imaginación para poder seguir circulando. Para abaratar costos muchos optaron por recurrir al GNC; en las provincias de frontera son miles los que cruzan a los países vecinos para aprovechar los beneficios que ofrece el cambio, mientras que otros comparten sus vehículos de modo de repartir los gastos del traslado.
Rápidas de reflejos algunas compañías petroleras advirtieron que el contexto económico ofrecía la posibilidad de reflotar un producto que tiempo atrás estaba en vías de extinción. Es así que volvieron a instalar en los surtidores la nafta Común o Grado 1, un producto de menor octanaje que la Súper, pero que puede utilizarse sin inconvenientes en rodados con cierta antigüedad.
Desde el año pasado Refinor retomó la comercialización de este derivado en forma intermitente. Fuentes del sector estiman que esta medida obedece a cuestiones técnicas de la destilería de Campo Durán debido a las falencias para suministrarse de crudo apto para el procesamiento de combustible.
Shell por su parte, nunca dejó de producirla en sus refinerías. Durante 2015 procesó 26.000 metros cúbicos y este año ya lleva destilados 6.000. El mismo volumen lleva vendido los tres primeros meses de 2016 aunque sólo 700 fueron destinados al segmento de estaciones de servicio.
“Es un producto que se vende en el mercado interno, en su mayoría por el canal de industrias y en casos muy puntuales en estaciones de servicio. A pesar de ser un sector pequeño en términos de volumen y que es abastecido por diversos oferentes en el mercado local, mientras exista demanda razonable, la seguiremos abasteciendo”, explicaron desde la empresa a surtidores.com.ar.
Actualmente, en las pocas localidades en las que se despacha, la nafta común cuesta 2 pesos menos que la súper. Representa un ahorro de hasta 100 pesos por tanque, un buen argumento para aquellos que aun puedan cargarla sin dañar el motor de su auto. Lo cierto es que su permanencia en los surtidores tiene poco vuelo ya que el nuevo parque vehicular demanda combustibles con mayor poder antidetonante como el que ofrecen los productos con más octanos.
Fuente: SURTIDORES