En Neuquén y Río Negro, donde la petrolera todavía brasileña tiene gran participación, sólo una boca de expendio está en funcionamiento, luego de la clausura que recibió la refinería de Bahía Blanca. En Buenos Aires, mientras tanto, no se registran denuncias de desabastecimiento, aunque expendedores aseguran que la situación “es delicada”
El Juzgado Civil y Comercial N° 2 de Bahía Blanca ordenó la clausura de la refinería que la empresa brasileña tiene en esa localidad debido a que tenía vencidos el certificado de aptitud medioambiental y el permiso para emitir afluentes gaseosos a la atmósfera. Desde el 7 de marzo, la compañía dejó de producir los 31.000 barriles de petróleo por día que presenta de capacidad operativa, situación que se empezó a reflejar en sus puntos de venta al público.
Según denunciaron desde la Cámara de Expendedores de Río Negro y Neuquén el panorama en las estaciones “es caótico”. “Desde el jueves no recibimos combustible y hace varios días que estamos sin vender”, señalaron. De los 27 locales de esta marca que hay en la zona, sólo uno ubicado en Piedra del Águila, una ciudad de paso a la cordillera de Los Andes, aún tiene stock.
Como los locales no están funcionando, los expendedores decidieron suspender a parte del personal para compensar los problemas de rentabilidad que están sufriendo. “Estamos realmente muy preocupados por lo que está pasando”, manifestaron desde la entidad. “Hace varios días que las estaciones están sin stock y desde la empresa no dan explicaciones”, criticó un directivo.
En Buenos Aires, en cambio, el panorama es algo más relajado. Según el presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles de Buenos Aires (FECOBA) Luis Malchiodi, “no hubo denuncias por parte de los operadores”, aunque supone que “en los próximos días va a ocurrir”, salvo que la petrolera cubra el suministro de la zona a través de intercambios o “clearing” con otras compañías, como podría ser YPF o Axion Energy.
Lo que llama la atención a los empresarios del rubro es que la clausura a la refinería de Petrobras cayó justo cuando la firma busca terminar con el proceso de desinversión que había comenzado hace apenas dos años, cuando se desprendió de la planta de San Lorenzo y de 363 estaciones de servicio que pertenecían a la red. “Es un tema político”, analiza Malchioldi.
En la Capital Federal, «la mayoría de las estaciones de servicio de Petrobrás pasaron a Oil Combustibles, mientras que las que siguen operando con bandera Petrobrás no han tenido problemas de abastecimiento», informó al respecto Luis Navas, el vocero de la Asociación de Estaciones de Servicio (AES).