Desde que el estado expropió las acciones del Grupo Repsol, la compañía obtuvo logros interesantes, entre los que se destacan las mejoras productivas en las refinerías y los pequeños avances para la concreción del plan de inversiones, pero aún no logró revertir la tendencia negativa en Upstream, sobre todo en lo que respecta a la producción de gas natural. Tampoco solucionó el problema económico de las estaciones de servicio
La gestión de Miguel Galuccio, al mando en YPF desde el mes de abril, finalizó el 2012 en general con buenas noticias y algunas deudas pendientes. Supo retocar cuestiones técnicas en las refinerías para incrementar la producción de combustibles, dar los primeros pasos del plan de inversiones que promete cumplir durante los próximos 5 años, seducir a socios importantes para desarrollar los recursos no convencionales en el yacimiento Vaca Muerta, pero todavía no logró revertir la tendencia negativa en los pozos que actualmente están en explotación.
De acuerdo a datos oficiales, durante octubre de 2012 la compañía retrocedió el nivel de producción de crudo un 5,84 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. Si bien hasta ese entonces la evolución acumulada de YPF por año móvil noviembre de 2011-octubre 2012 mostró una mejora del 6,29 por ciento respecto al período anterior, en gas natural, también arrojó números rojos: la obtención de octubre bajó un 3,58 por ciento respecto a igual período de 2011.
No obstante, aunque ayudada por la caída del consumo, se debe reconocer que la petrolera estatal mejoró el abastecimiento de naftas y gasoil en las estaciones de servicio. Esto fue posible gracias a las medidas que aplicó en las refinerías para llevar la capacidad operativa de las plantas al máximo, sumado a la puesta en marcha de la unidad de hidrotratamiento de gasoil (HTG-B) en la destilería de La Plata que permite reducir la necesidad de gasoil de bajo azufre importado.
Otras medidas que tomó la empresa fue la de renegociar deudas anteriores, avanzar en un portafolio de proyectos para inversiones, entre los cuales se destaca el desarrollo del primer clúster de shale en Vaca Muerta, firmar el primer contrato por la extensión por 25 años de las concesiones cedidas por la provincia de Santa Cruz y reducir drásticamente la importación de combustibles.
Para los referentes del sector, lo más destacado es que puso en marcha un plan ambicioso con el objetivo de recuperar el autoabastecimiento en 2014, en el que prevé destinar 37.200 millones de dólares para extraer crudo y gas y mejorar la producción de combustibles. Hacía tiempo que el país no proyectaba semejante inversión petrolera.
Una de las cuestiones que aún no logró resolver la empresa es la rentabilidad de las estaciones de servicio. Con un margen de apenas el 8 por ciento una buena parte de los operadores, principalmente de aquellos que no pueden compensar los ingresos con altos volúmenes de ventas, se encuentran expuestos a una situación financiera de riesgo, tal cual expresan desde las cámaras empresarias que representan a los estacioneros.