Al nivelarse el precio de los combustibles, por el aumento de YPF y la Resolución 35, que puso como techo los valores de Shell en todo el país, los consumidores elegirán en base a la calidad del combustible y la cercanía de la estación de servicio. Estiman que la compañía estatal perdería entre un 2 y 3 por ciento de su participación global para disminuir compras al exterior
Con precios al público congelados, traer naftas y gasoil de otros países no es rentable. Los buques se pagan de acuerdo a la cotización del crudo en el plano internacional, que en comparación con la plaza interna – 72 dólares el barril -es entre un 20 y 25 por ciento más alta.
La resolución 35, dictada por el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que puso como tope de los combustibles el importe más alto registrado al 9 de abril, tiene entre sus objetivos desligar parte del abastecimiento de combustibles que hoy se concentra en los puestos de YPF hacia el resto de las marcas.
De esta manera la empresa estatal bajaría las importaciones y obligaría a la competencia a hacerse cargo de los faltantes que se produzcan en sus bocas de expendio. Ante un mismo precio, se espera que los automovilistas llenen el tanque en cualquiera de las banderas.
Gerardo Rabinovich, directivo del Instituto Argentino de Energía (IAE) explica que “estas reacciones en el mercado llevan un tiempo, no son inmediatas”. De todas maneras, estima que “con el paso del tiempo YPF cedería entre un 2 y 3 por ciento de las ventas” a otras compañías del sector.
“Esto le conviene porque es menos combustible que vende a pérdida – el importado – y le transfiere al resto de los jugadores las consecuencias de la baja de la producción de la refinería de Ensenada”, sostuvo.
Así y todo, advierte que “físicamente no alcanzan los volúmenes que se producen” para los niveles de demanda actual, por lo que considera que se va a necesitar recurrir a productos del extranjero. “Las petroleras no se van a esforzar por reemplazar el 7 por ciento de menos que obtiene YPF por los problemas en la destilería”, apunta. “Las empresas pierden plata trayendo naftas de afuera y sólo lo van a hacer cuando se agoten todas las posibilidades, salvo YPF, que tiene otras responsabilidades porque está controlada por el Estado”, evaluó.
“Seguramente parte de la demanda de YPF ahora con igualdad de precios se va a movilizar por otras cuestiones, como la calidad o la cercanía de la estación de servicio”, añadió.
