A diferencia de lo ocurrido un año atrás, cuando Repsol decidió usar sus ganancias para aumentar el capital societario negándose a reinvertirlo en explotación y exploración de hidrocarburos, la última Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria de YPF SA aprobó por amplia mayoría volcar las utilidades en aumentar la producción
La Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria de YPF SA aprobó por amplia mayoría siete puntos del orden del día y, dada la cantidad de ítems incluidos, se resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo 30 de mayo, a las 17, para tratar el resto del temario.
En el encuentro se aprobó la Memoria y el Balance General del año 2012, la ampliación del Programa Global de Emisión de Títulos de Deuda en 2000 millones de dólares, la creación de una reserva para dividendos que asciende a $330 millones y un plan de compensaciones de largo plazo en acciones al personal mediante la adquisición de acciones propias de YPF, para el que se creará una reserva donde se destinarán $120 millones.
La Asamblea se realizó en la sede de YPF, en Puerto Madero, y fue encabezada por su presidente y CEO, Miguel Galuccio.
La decisión del nuevo consejo marca notorias diferencias con la anterior conducción encabezada por Repsol. Vale recordar que hace tan sólo un año atrás la petrolera, en franca confrontación con el Gobierno, decidía utilizar sus ganancias en aumentar el capital societario de la empresa negándose a reinvertirlo en explotación y exploración de hidrocarburos.
De esa reunión participaron además de los socios privados, el representante del Estado, Roberto Baratta, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de Energía, Daniel Cameron, a la postre responsables de la Comisión interventora previa a la gestión de Galuccio al frente de la compañía.
Al salir de la reunión de directorio, Kicillof señalaba que «hubo una fuerte controversia con la dirección de la empresa» debido a que no tomó en cuenta la propuesta del Estado de crear una «reserva de inversiones» con las utilidades de los dos últimos años y que como contrapartida propusieron no repartir dividendos y utilizar esos fondos para capitalizar y repartir «más acciones a los accionistas».
La intención del Gobierno, era utilizar la mayor parte de esos fondos para revertir las pérdidas que tuvo YPF durante 2011 en la producción de gas y petróleo así como en la refinación de gasoil, que decreció un 27 por ciento en ese período.